Un laberinto sin salida

Un laberinto sin salida
junio 14, 2016 6:08 pm por Yamilé Barges Hurtado

El Vedado, La Habana, Yamile Bargés, (PD) La Ley de Ajuste Cubano,
¿hasta qué punto es justa? ¿Nos ha ayudado realmente o nos ha perpetuado
la condena?

Los cubanos, en la actualidad, estamos más desorientados que nunca.
Hablo de todos en general, disidentes o no. No sabemos a qué juega el
excelentísimo presidente de los EE.UU. Barack Obama con su complacencia
con el dictador cubano.

En mi opinión, estamos todos metidos en un laberinto sin salidas.

El gobierno norteamericano utiliza como argumento que la disidencia en
Cuba no ha logrado nada en más de medio siglo. ¿No será que las leyes
que el gobierno de EEUU que en su momento creyeron favorables y todavía
algunos lo creen, solo han ayudado a la dictadura cubana a mantenerse?

A las relaciones entre Cuba y Estados Unidos solo le vemos un provecho,
y es que dejaremos de escuchar constantemente que los americanos son los
culpables de nuestra miseria y de todo lo malo que se ha hecho. Es un
alivio, ya estábamos mareados de escuchar siempre lo mismo.

Por otra parte, nos enseñan claramente, ya sin disfraces, que siempre
estuvieron a favor de la dictadura y en contra del pueblo de Cuba.

La Ley de Ajuste ha dejado que algunos cubanos se beneficien, pero
mediante el uso de la palabra democracia, los más beneficiados han sido
los agentes del G-2, los altos y medios funcionarios del gobierno que
con sus familias y después de haber servido fielmente a la dictadura y
vivir del sudor del pueblo, se marchan casi siempre a la Florida en
busca de nuevos aires. Muchos siguen mantenidos desde aquí. La ley de
Ajuste les ha dado facilidades que al sufrido pueblo real no se le brinda.

Los cubanos trabajadores no podrán pagar tan siquiera un pasaporte.
Menos un boleto de vuelo para ningún país.

Para el pueblo, tienen la ley de pies mojados. Ya saben, prefieren
arriesgar la vida en el mar, ahogarse, ser comidos por tiburones, que
enfrentar al dictador.

Los disidentes que con dignidad levantamos la voz y nos negamos a ser
doblegados, solo tenemos dos alternativas: pedir asilo político o morir.

Con estas leyes norteamericanas queda demostrado que a lo largo de los
años, solo ha sido beneficiada la élite de poder castrista.

Estoy segura que si se hace un censo, más de la cuarta parte de los que
hoy son nacionalizados en EE.UU., son beneficiados de la Ley de Ajuste.
Quizás en segundo lugar queden los balseros, que solo son recibidos de
llegar a tierra firme. Este censo podría ser muy difícil, porque
tendrían que contarse las víctimas que quedaron en el mar.

Los disidentes son encarcelados, perseguidos, golpeados y humillados
hasta la saciedad. Sus vidas y las de sus familiares corren peligro
constantemente. A la mayoría, cuando pide refugio, no le queda ya fuerza
para aguantar tanto abuso.

En el censo de que hablaba, los disidentes serían la minoría, ya que el
gobierno estadounidense niega regularmente esta oportunidad. La mayoría
andamos casi muertos en vida y simplemente, cualquier funcionario nos
dice "usted no cumple con los requisitos".

Aun hoy cuando el Presidente Barack Obama nos da la estocada de muerte,
los únicos que ayudan a que nos mantengamos en pie, son nuestros
hermanos disidentes.

Después de haber sufrido tanto, tuvieron la suerte de ser aprobados y
aún siguen en lucha desde la Florida por la libertad de su país. El
gobierno estadounidense en ocasiones se los impide y mantiene y crea
leyes que solo alimentan y dan vida a los tentáculos de este monstruo
que nos oprime.

Al resto, solo les importa vivir el sueño americano y viajar a la Isla
esclavizada para ostentar lo que han logrado. Estos, de una forma u
otra, también son aliados de la dictadura.

Solo me queda preguntar al Gobierno de EE.UU., ¿por dónde van a dar
salida a este laberinto que ellos mismos han creado?
yamilebarges@yahoo.com; Yamile Bargés Hurtado, Dama de Blanco

Cubanos en su tránsito por América Latina para llegar a Estados Unidos.

Source: Un laberinto sin salida | Primavera Digital -
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