Los negocios privados, con escaso acceso a los turistas del crucero Adonia
JORGE ENRIQUE RODRÍGUEZ | La Habana | 3 Jun 2016 - 6:25 am.
El tercer arribo del buque Adonia, de la compañía Carnival, a puerto
habanero, evidenció el esfuerzo del Gobierno por limitar el contacto de
los turistas que viajan en él con la población y los negocios privados
locales.
Un cordón policial, desplegado en la terminal Sierra Maestra, fue la
bienvenida para los pasajeros. El recorrido por La Habana, limitado y
siempre en compañía de guías, incluyó las plazas principales del casco
histórico, almuerzo dirigido en el bar-restaurante Floridita y visita al
museo Ernest Hemingway, en Finca Vigía.
"Estamos viendo cómo se evapora la construcción de esos 'puentes' entre
nuestros pueblos para generar más ingresos a los pequeños negocios
cubanos, como dijo Obama en su discurso", afirmó Saúl Matos, conductor
de un coco-taxi.
"La competencia es desigual porque las agencias de turismo son
controladas por el Gobierno. La Policía nos prohíbe estacionarnos en los
alrededores, a pesar de existir allí una zona de piquera que nos
corresponde", añadió.
Maikel Pozo, barman del restaurante Don Lorenzo, relató que a finales de
abril el gerente reunió a todos los trabajadores para avisarles "de que
todo servicio tenía que ser impecable, incluyendo llevar los uniformes
'impolutos'". El motivo era la llegada del crucero Adonia en su primer
viaje a la Isla, el 3 de mayo.
"Nos quedamos como la novia de Pacheco, vestida y sin ir al baile. Ni un
solo americano se asomó por aquí, porque el recorrido ya estaba
'arreglado'", señaló Pozo.
"Cuando anunciaron que el Adonia entraría a puerto cada 15 días, lleno
de americanos, creímos que los negocios iban a tener un despegue. El
turismo americano es el más codiciado, y todos los negocios de esta zona
estaban alistados para ofertar lo mejor. La realidad fue otra: ya todo
estaba 'amarrado'", se quejó Cedeño, dueño de un Chevrolet descapotable
que opera en el sector privado.
'Las relaciones correctas'
Uno de los pocos locales que ha podido beneficiarse de la llegada de los
turistas del crucero es el restaurante Leyenda Habana, del Cerro,
gracias a lo que su barman, Pedro Gordillo, llama "las relaciones
correctas".
"En este giro hay que estar a la viva", dijo Gordillo. "Tenemos
conectados a varios guías turísticos que cobran comisión por cada
extranjero que nos traen. Cuando se anunciaron los viajes del Adonia a
Cuba activamos a nuestros contactos. Nos traen entre seis y diez
americanos, no son muchos, pero la cuenta da porque son generosos en la
propina", explicó.
"Lo mismo hace mi primo en Dulce Habana (en el Vedado). Hasta donde
sabemos, esto no representa ninguna ilegalidad sino que es parte de la
competencia", concluyó.
Pero la suerte de estos locales dependería de viajeros que rechazan
seguir el itinerario "dirigido" que les ofrecen los guías del MINTUR.
Trabajadores del bar-restaurante Patchanka, en La Habana Vieja, dijeron
no obstante que el "'gardeo' es exclusivo con los turistas americanos
que llegan en el crucero".
"Todos van identificados con un solapín. Son muy pocos los que 'burlan
el cerco' de los guías para curiosear por las entrecalles. Es verdad que
el crucero está un día en La Habana, pero deberían dejar que los 'yumas'
elijan su propio recorrido, para darle aire a los negocios más
pequeños", se quejó un empleado
Fuentes consultadas del sector turístico a cargo del programa, y que
pidieron el anonimato, dijeron que el recorrido en este último arribo
del Adonia "no ha sufrido variaciones" respecto a los dos viajes
anterior. Al ser preguntados sobre si los negocios del sector privado
regentados por exmilitares o familiares de miembros del Gobierno son
"incluidos y promocionados" en el itinerario que incluye La Habana,
Cienfuegos y Santiago de Cuba, rechazaron contestar.
Leo Conesa, director del proyecto de artes visuales La Marca, en La
Habana Vieja, opinó que el criterio de que el turismo norteamericano
genera más ganancias "es más un mito que una realidad".
"Aquí hemos sobrevivido, desde siempre, con el turismo de otras
nacionalidades. No quiero hacer comparaciones, pero La Marca no depende
de este turismo (estadounidense), y no creo que ninguno de estos
negocios, restaurantes, artesanos, cocheros, anticuarios, vaya a quebrar
porque no reciba turismo americano. De hecho, la mayor parte de nuestra
clientela es local", afirmó.
En los Almacenes San José, Leonor Pereda, vendedora
Source: Los negocios privados, con escaso acceso a los turistas del
crucero Adonia | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1464890794_22815.html
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