Exilio sólo ve más represión y parálisis en Cuba un año después del deshielo
La sensación de parálisis en la Isla explica la nueva oleada de refugiados
jueves, diciembre 17, 2015 | Agencias
MIAMI, Estados Unidos.- La reanudación de los lazos diplomáticos entre
EE.UU. y Cuba no solo no se ha traducido en una mejora de la calidad de
vida de los cubanos en la isla, sino que la represión "se ha recrudecido
sustancialmente" con un régimen "envalentonado", según representantes
del exilio cubano en Miami.
Esto aseguraron prestigiosos académicos y líderes de organizaciones del
exilio cubano al cumplirse hoy un año del anuncio histórico del
presidente estadounidense, Barack Obama, y de su homólogo cubano, Raúl
Castro, de iniciar un proceso para restablecer las relaciones diplomáticas.
El economista Jorge Salazar-Carrillo afirmó a Efe que "todo en Cuba va
mal, menos el turismo" y este sector, aún así, "deja muy poco, porque el
80 % de lo que los visitantes consumen en la isla tiene que ser importado".
El escritor, ensayista y periodista Carlos Alberto Montaner fue también
demoledor en su apreciación de este año de deshielo: "Si Obama pretendía
que la política de 'engagement' sirviera para acelerar la llegada de la
democracia, ha supuesto exactamente lo opuesto".
"La represión se ha recrudecido sustancialmente. Hay más arrestos, más
palizas, más actos de repudio" contra los disidentes, aseguró Montaner
(La Habana, 1943), para quien la estrategia de Castro, tras el "abrazo"
estadounidense, consiste en redoblar la persecución de la disidencia
"reafirmando los rasgos estalinistas de la dictadura" cubana.
En opinión del director del Instituto de Estudios Cubanos y
Cubanoamericanos (ICCAS) de la Universidad de Miami (UM), Jaime
Suchlicki, a Castro le preocupa sobre todo que el proceso de
normalización de relaciones bilaterales "subvierta el sistema". Para
evitarlo, la fórmula aplicada por el líder cubano es el incremento de la
represión y la vigilancia de la población y los disidentes, apuntó.
Sobre un posible viaje de Obama a la isla en 2016 en el que se incluiría
su reunión con disidentes, el académico fue muy escéptico: "No creo que
Raúl Castro quiera que un presidente negro, con la situación que tiene
en la isla, visite Cuba. Puede agitar la disidencia, llena de dirigentes
negros".
En este contexto racial, precisó que los pasos dados por EE.UU. desde el
pasado 17 de diciembre han generado, sin duda, un mayor flujo de divisas
de Estados Unidos hacia la isla, pero procedentes de "familias blancas
para familias blancas". Esta anomalía supone el aumento de la
marginalidad de la comunidad negra y su natural "resentimiento", lo que
puede convertirse en una situación explosiva, agregó.
Así, el descontento de la población, apuntó Salazar-Carrillo, no hace
más que agravarse con la "grave situación económica del país", que sufre
un "declive enorme de los precios del níquel, el cobalto y los precios
del petróleo", a la que hay que sumar la insostenible deuda, estimada en
unos 70.000 millones de dólares.
Hay que sumar también el estado de absoluto deterioro del campo, "echado
a perder, yermo, sin producción en un 70 % ni fertilidad", resaltó
Salazar-Carrillo, profesor titular de Economía de la Universidad de
Miami y que acaba de publicar "From Economic Take-Off to Collapse under
Castro", un estudio crítico del desarrollo de la economía cubana bajo el
régimen comunista.
El Movimiento Democracia, presidido por Ramón Saúl Sánchez, fue uno de
los grupos del exilio que más abogó por la reanudación de las relaciones
diplomáticas entre ambos países, pero un año después, la sensación es de
desengaño.
"Abogamos entonces por una política de EE.UU. más abierta hacia Cuba,
pero, desafortunadamente, el régimen de los Castro sí se ha abierto a
sus enemigos jurados pero ha sido implacable con su propio pueblo",
indicó Sánchez.
Consideró que, "en términos de empoderamiento económico y derechos
civiles", la "nueva visión política no ha arrojado resultados positivos"
para la mayor calidad de vida y libertades de los cubanos.
Esta sensación de parálisis en la isla, tras el optimismo con que los
cubanos recibieron el inicio del deshielo, es un factor clave para
entender la nueva oleada de refugiados hacia Estados Unidos, que creció
en un 80 % en 2015.
Gravita sobre este nuevo éxodo otro elemento decisivo: el temor a que el
deshielo entre Washington y La Habana ponga fin, en cualquier momento, a
las ventajas migratorias de los cubanos en cuanto tocan territorio
estadounidense, a pesar de los continuos desmentidos de la
Administración de Obama.
Este año fiscal se contabilizaron más de 43.000 cubanos que llegaron a
territorio estadounidense, ya sea por mar, con la llegada de nutridos
grupos de balseros a la costa de Florida, a través de la frontera
estadounidense con México o en vuelos comerciales.
El "acercamiento y reconocimiento diplomático lo que ha tenido es un
efecto contrario: ha envalentonado al régimen, a la dictadura", aseguró
a Efe, por su parte, Orlando Gutiérrez, director del Directorio Democrático.
Gutiérrez hizo hincapié también en que se trata de un año "muy negativo
para los derechos humanos en la isla, con unos 8.000 arrestos políticos"
y "golpizas brutales en la calle".
"El fracaso de la política de Obama hacia Cuba es evidente", opinó el
activista cubano, para referirse a continuación al "estado de
perplejidad" de Obama ante la falta de resultados de sus políticas como
punto de inflexión para programar un viaje a la isla.
"Saben (el Gobierno de EE.UU.) que no han obtenido ningún resultado en
el campo de los derechos humanos y están tratando de salvar la política
sentando a los disidentes en la mesa". (Emilio J. López/EFE)
Source: Exilio sólo ve más represión y parálisis en Cuba un año después
del deshielo | Cubanet -
https://www.cubanet.org/noticias/exilio-solo-ve-mas-represion-y-paralisis-en-cuba-un-ano-despues-del-deshielo/
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