Wednesday, April 8, 2015

Desencuentros en la Cumbre

Desencuentros en la Cumbre
SERGIO MUÑOZ BATA
04/07/2015 2:00 PM 04/07/2015 6:00 PM

Si "el segundo matrimonio es el triunfo de la esperanza sobre la
experiencia", como escribió el ilustre Dr. Samuel Johnson, la VII Cumbre
de las Américas sería el triunfo de la ópera bufa sobre la solidaridad
democrática.

De sus nueve ediciones, siete oficiales y dos extraordinarias, lo
memorable han sido los desencuentros, los desacuerdos y los berrinches
de los líderes de los países del hemisferio. ¿Recuerda el asombroso
"comes y te vas" con el que Vicente Fox invitó a Fidel Castro a la
Cumbre Extraordinaria en Monterrey, México, ante el temor de que Fidel y
George W. Bush se encontraran en los pasillos? En Mar del Plata, Néstor
Kirchner, Evo Morales, Hugo Chávez y hasta Maradona escenificaron sus
sainetes en cumbres alternativas para desairar a Bush, quien se fue de
la reunión sin despedirse. Luego vino la farsa del dueto formado por el
ecuatoriano Rafael Correa y el nicaragüense Daniel Ortega, quienes se
negaron a asistir a la reunión en Cartagena porque Cuba no había sido
invitada.

Y de los acuerdos hemisféricos en las Cumbres ni quien se acuerde si es
que hubo alguno.

Para esta séptima edición oficial de la Cumbre la expectativa era grande
pues no solo asistiría Raúl Castro, el dictador preferido de la mayoría
de los gobiernos sudamericanos, y el presidente de Estados Unidos,
Barack Obama, sino que lo harían en el marco de una lenta normalización
de las relaciones diplomáticas entre ambos países. Una circunstancia
especial que dio pie a especulaciones fantásticas como esta que escribió
un comentarista aficionado a la hipérbole: "la historia recién ha
comenzado: ya nada es como era ayer".

Pero el gozo pronto se fue al pozo después del fenomenal faux-pas de
Obama declarando a Venezuela un peligro a la seguridad nacional. Una
declaración sin mucho sentido aunque necesaria legalmente para poder
proceder con las sanciones a siete individuos pero que también sirvió
para empoderar temporalmente a Nicolás Maduro. Los alberos, tan dados a
los excesos verbales, ahora exigen que Obama no solo se disculpe sino
que derogue las sanciones a los siete venezolanos señalados, y con
razón, como violadores de los derechos humanos.

En su afán por evitar confrontaciones políticas entre el bloque de
países del ALBA y Estados Unidos, el gobierno panameño ha anunciado que
se esforzará por lograr acuerdos en cuestiones básicas como la salud, la
educación, la energía, el medio ambiente, la gobernabilidad, la
migración y la seguridad. Encomiable esfuerzo pero insuficiente porque
deja fuera de discusión los grandes temas que rebasan las fronteras
nacionales, como son el fortalecimiento del sistema democrático, de las
instituciones, del estado de derecho, de los derechos humanos y de
nuevas estrategias para debilitar el poder del narcotráfico.

Se rumora que el gobierno panameño promoverá una reunión entre Venezuela
y Estados Unidos para discutir sus diferencias. Si acaso sucede, que lo
dudo mucho, ¿qué se podría discutir? Nadie en su sano juicio piensa que
Obama amenaza con invadir Venezuela, pero con los problemas que Maduro
enfrenta en Venezuela: inflación galopante, escasez de productos básicos
y criminalidad desenfrenada, es poco probable que abandone la
oportunidad que Obama le brindó de hacerse aparecer como la víctima en
vez del victimario de su pueblo.

Obama, me dice Charles Shapiro, uno de los diplomáticos que asesoró a
Obama antes de la Cumbre en 2009, "debe insistir en el respeto a la
Carta Democrática de la OEA, debe hacer hincapié en que la Cumbre
debería dejar de ser un club de presidentes que se protegen y se
defienden sin importar lo que hacen al interior de sus propios países.
La solidaridad democrática debería estar por encima de la solidaridad
latinoamericana".

Desafortunadamente nada de esto sucederá porque lo que los gobernantes
de Ecuador, Nicaragua, Bolivia y Venezuela quieren es perpetuarse en el
poder y para ello han modificado sus respectivas constituciones. Correa
seguirá acosando a la prensa, Ortega y Morales seguirán avanzando hacia
el autoritarismo, Maduro seguirá encarcelando opositores y protegiendo a
rufianes con el beneplácito de los países de América Latina que
participan en esta Cumbre y escudándose en el principio de la no
intervención evitarán denunciar los abusos antidemocráticos de estos
sátrapas.

Source: SERGIO MUÑOZ BATA: Desencuentros en la Cumbre | El Nuevo Herald
El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/article17574404.html

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