Buscando la punta de la madeja: ¿la solución? El mercado
[12-11-2014 21:12:05]
Elías Amor
Economista
(www.miscelaneasdecuba.net).- Cinco años de incumplimiento de la
planificación. En estos términos se expresa un artículo en Granma en
relación con la actividad del Grupo Empresarial de Comercio en la
provincia de Camaguey, que no cumplirá tampoco este año su plan de
circulación mercantil minorista, lo cual significa menos ofertas de
bienes y servicios a la población de las programadas, lo que ha supuesto
un déficit de más de 59 millones de pesos, en suma, un nuevo fracaso de
la planificación.
Dicho de otro modo, de las 17 empresas minoristas que integran el
sector, solo cuatro han cumplido los planes hasta septiembre, otras seis
tienen alguna posibilidad de materializar sus propósitos, en tanto que
las siete entidades restantes presentan los mayores imposibles de
recuperar aunque se reduzca la deuda en los meses que restan.
Si la planificación es tan deficiente y sus resultados dejan mucho que
desear, ¿por qué ese empeño ideológico en no soltar lastre y avanzar
hacia la libertad económica y el mercado como instrumento de asignación
de recursos? Planificación central y propiedad estatal de los medios de
producción configuran el binomio sobre el que se asienta el descontrol y
deficiente funcionamiento de la economía castrista. Empeñarse en
arreglar este desconcierto es un error.
El artículo de Granma nos dice mucho más. Los responsables atribuyen el
origen de los incumplimientos a problemas internos, y cito textualmente,
"en la gestión cotidiana de las entidades han estado presentes errores
humanos por falta de exigencia, control y disciplina (...)me refiero a
lo que tenemos que hacer y no hacemos en el control de las ventas, en
garantizar la presencia de productos liberados en toda la red minorista
y en la búsqueda de alternativas oportunas, como extender el horario de
las unidades, montar ferias o aplicar otras formas de gestión comercial
(...) las fisuras que aún existen en los sistemas de control interno y
dependen del actuar honesto de los trabajadores y los cuadros, como la
introducción ilegal de mercancías y la retención de efectivo proveniente
de las ventas". Buen diagnóstico, pero desacertado.
Los problemas de la economía no están en el ámbito interno. Estos se
pueden resolver fácilmente. El origen del caos está en el mercado, en la
sociedad, en el comportamiento de los agentes económicos que desean
tener libertad de elegir entre opciones alternativas y superar la pesada
herencia de medio siglo de racionamiento y escasez.
¿Cómo si no dar explicación a lo que en el artículo se califica de
"paternalismo"?
En el comercio minorista, no se puede ser "paternalistas y poco
exigente" con los proveedores que no cumplen lo acordado, porque el
perjudicado es el consumidor final. Los pactos funcionan y dan origen a
relaciones estables y comprometidas, cuando las expectativas se cumplen
y todos ganan. El comercio no es un juego de suma cero, en el que una
parte gana y la otra pierde, sino que de la especialización surgen
ventajas mutuas.
La relación de "entidades incumplidoras" es tan extensa y variopinta que
cuesta situar dentro de unas coordenadas racionales el análisis de los
problemas. Incumplen "la Empresa Mayorista de Productos Alimenticios
(EMPA), que a estas alturas adeuda productos para la venta liberada,
como chícharo, fideos y harina de trigo, mientras el Combinado Avícola
Nacional (CAN) tiene un déficit con ese mercado de más de dos millones
de huevos, suministradores como Suchel (detergente), Combell (calzado),
Divep (puertas y ventanas), Escambray (tejas de asbesto cemento) y la
textilera Celia Sánchez Manduley (textiles), que tienen compromisos no
cumplidos con la Empresa Universal y esta, a su vez, con las entidades
de comercio de la provincia", un intrincado complejo de ineficacia de
propiedad estatal y planificación central.
Los efectos de incumplir afectan a otros renglones de la economía, así
por ejemplo la construcción de viviendas se frena por la ausencia de
cemento o tejas, y eso a su vez incide de forma negativa en la concesión
de nuevos subsidios a personas necesitadas, pues el 40 % de los ingresos
por concepto de venta de materiales de construcción se destina a ese
programa. Los que no pueden suministrar fideos a los comercios, a su vez
se ven afectados por la falta de trigo como materia prima, que tiene su
origen en los problemas del transporte interno, y así sucesivamente. La
bola de nieve cae por la ladera y en su descenso crece y crece,
arramblando con todo lo que se encuentra a su paso. Los planificadores,
simplemente, quedan desbordados.
Este tipo de problemas no existe en las economías en las que una mano
invisible dirige las acciones de los que ofertan y demandan bajo las
señales que transmiten los precios en los mercados.
De veras. Aunque no lo crean, estos problemas no se resuelven con mas
exigencia, control y disciplina, con maratónicas campañas de "esfuerzos
mayúsculos" por parte de colectivos empeñados en conseguir los objetivos
planificados. Nada es tan difícil cuando la oferta y demanda generan
equilibrios simultáneos en millones de mercados de bienes y servicios en
tiempo real. Hay que liberarse de los condicionantes ideológicos y
admitir que incluso, en las economías socialistas, el mercado asigna los
recursos mucho mejor que los planificadores, y existen amplios espacios
para la propiedad privada empresarial, la obtención de dividendos y la
acumulación. Estas recetas son las únicas que pueden hacer progresar a
la economía de Cuba, como lo ha hecho Vietnam. No es cosa de milagros.
Es básicamente la racionalidad económica.
Lo demás, es todo un cuento.
Source: Buscando la punta de la madeja: ¿la solución? El mercado -
Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/5463bf153a682e03c80717e1#.VGSNMvnF9HE
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