Cuba-Estados Unidos: pedidos extemporáneos
Martes, Noviembre 5, 2013 | Por René Gómez Manzano
LA HABANA, Cuba, noviembre, www.cubanet.org - Desde el surgimiento de
los Estados Unidos, los destinos de Cuba han permanecido ligados de
manera íntima a ese país. Claro que la desproporción es evidente: la
superpotencia puede prescindir de nuestro archipiélago sin sufrir
mayores contratiempos; lo contrario no es cierto.
Entre unos pocos compatriotas, primaron en el pasado los sentimientos de
obsecuencia ante el gran vecino. Por el contrario, los "anti yanquis" de
profesión (comunistas y compañeros de viaje en primer término), se han
caracterizado por la denuncia y la permanente hostilidad.
Esta última actitud fue llevada al paroxismo durante el reinado del
fundador de la dinastía Castro. En los decenios decursados a partir de
1959, se privilegiaron los vínculos con la Unión Soviética, un país
situado en las antípodas, cuya cultura nada tenía —ni tiene— que ver con
la nuestra. Tras el derrumbe del "campo socialista", se mantuvo el
desafío a Estados Unidos. Se actuó como si la razón de existir del
estado cubano fuese enfrentarse al vecino norteño.
A pesar de la actitud benevolente hacia el gobierno cubano del
presidente Obama, las cosas no han mejorado de manera sustancial bajo el
hermano menor del Máximo Líder. El encarcelamiento del contratista Alan
Gross tuvo lugar durante el mandato del General de Ejército; a esto se
sumó, el pasado julio, la aventura de hacer algo prohibido por la ONU:
enviar a Corea del Norte armas diversas enmascaradas bajo un cargamento
de azúcar.
El caso de Gross clama al cielo. Su única "ilegalidad" fue introducir en
nuestro país, por el aeropuerto, unos equipos de comunicación cuya
tenencia sólo en Cuba se considera delictiva. Es evidente que el
gobierno castrista estimaba punible el mero hecho de que alguien
brindara a sus súbditos la posibilidad de comunicarse libremente con el
extranjero.
El colmo es que, después de abrirse treintenas de salas de navegación
para uso de los ciudadanos dispuestos a pagar las elevadas tarifas (es
decir, tras reconocerse en principio el derecho de los cubanos a navegar
en internet), Gross permaneció encarcelado. Esto equivaldría a que, una
vez despenalizado el sacrificio ilegal de ganado mayor, las autoridades
mantuviesen presos a alguno de los sancionados por ese peculiar delito.
Por desgracia, todo indica que se hará realidad lo que mi hermano de
causa Félix Antonio Bonne y yo planteamos en un escrito: Para excarcelar
al rehén, los castristas, deseosos de mejorar las relaciones con Estados
Unidos, pero renuentes a dar su brazo a torcer por completo, esperarán a
que a principios del año entrante, tras cumplir su sanción, sea liberado
el espía Fernando, uno de Los Cinco, que ahora son sólo cuatro.
Como ya expresé, el "culebrón de Panamá" es el otro asunto importante
que incide de manera directa en las actuales relaciones
cubano-norteamericanas. El pasado 19 de octubre, el prestigioso diario
español El País publicó una larga entrevista al ministro de Relaciones
Exteriores de la nación istmeña, Fernando Núñez Fábrega.
La información revela que, aunque parezca increíble, a raíz del
incidente… ¡"Cuba se molestó con Panamá"! y cortó la comunicación
diplomática. El canciller castrista Bruno Rodríguez Parrilla, no
obstante su perenne sonrisa, canceló una entrevista concertada con su
homólogo panameño. Tras su declaración inicial, La Habana se mantiene
muda sobre el gravísimo caso.
Según Núñez Fábrega, los hechos tuvieron lugar "en el momento en que la
Administración de (…) Obama estaba tratando de ser conciliadora con
Cuba". O sea, que nuestro gobierno, como el alacrán del cuento, clava su
púa, sólo que, para que el símil refleje la realidad, tendríamos que
suponer que el aguijoneado es no el sapo generoso, sino el propio
arácnido, dispuesto a auto agredirse como si estuviese cercado por el fuego.
Pese a todo lo anterior, el pasado 22 de octubre trascendió la noticia
de que un grupo integrado por representantes de diversas denominaciones
religiosas de los Estados Unidos, se había dirigido al presidente Obama
para pedirle que sacara a Cuba de la lista de países patrocinadores del
terrorismo.
Ya sabemos que las organizaciones inspiradas en la prédica de Cristo
deben tener, como principios rectores, el amor y el perdón. Pero, por
desgracia, el de la política no puede ser el mundo de los buenos deseos
y las acciones nobles. Es, por el contrario, el de las duras realidades,
sobre todo cuando se trata de confrontar una dictadura totalitaria y
cruel como la cubana. En ese contexto, hay que preguntar: ¿No han oído
hablar los religiosos norteamericanos de Alan Gross? ¿Ignoran los
sucesos de Panamá?
¡Qué excelente oportunidad de quedarse callados han perdido esos
hermanos cristianos!
Source: "Cuba-Estados Unidos: pedidos extemporáneos | Cubanet" -
http://www.cubanet.org/articulos/cuba-estados-unidos-pedidos-extemporaneos/
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