Carta abierta a autoridades educacionales y a padres de estudiantes

Carta abierta a autoridades educacionales y a padres de estudiantes
Dirigido a: Dirección del ministerio de educación en todos sus niveles

Señores(a):

San Germán, Cuba – www.PayoLibre.com – Desde mi posición de padre y
cubano sencillo, los convoco a una jornada de reflexión sobre el estado
actual de la educación en el país, y de forma especial en los municipios.

La constitución de 1976 en su artículo 39 inciso b establece: "La
enseñanza es función del estado y es gratuita". Pero en ninguna parte
habla de la obligación estatal de brindar protección emocional, moral y
física a los niños mientras se encuentren dentro de las escuelas; de
hecho la palabra niñez sólo se menciona dos veces en toda la
constitución y ambas ocasiones en el artículo 40. En su primera parte
dice: "La niñez y la juventud disfrutan de particular protección por
parte del estado y la sociedad".

Es preciso se haga valer esa supuesta protección estatal.

El fraude, públicamente, es política docente: Desestimulando con su
práctica el hábito de estudio y deformando moralmente a la actual
generación de cubanos.

Los niños son obligados a cumplir un horario, pero no reciben clases,
por eso y por la falta de profesores responsables las escuelas son
lugares hostiles donde diariamente ocurren todo tipo de "incidentes".

También públicamente está establecido que es más importante las materias
políticas que las signaturas de ciencia y humanidades.

Los maestros y profesores son presionados para que no tengan bajas ni
desaprobados, esa política conocida como promocionismo es la base
fundamental del fraude.
Mientras los niños sepan que siempre serán aprobados nunca se
preocuparan por el estudio, los padres no lo harán por la escuela ni los
maestros por su trabajo.

En el artículo 38 dice: "Los padres tienen el deber de dar alimentos a
sus hijos…"
Lo cierto es que los niños que asisten a la secundaria básica no
almuerzan porque su horario es continuo; el necesario almuerzo es
sustituido por una merienda, y todo es por mantener a los niños el mayor
tiempo posible en una escuela que los deforma desde todo punto de vista.

No es importante si compartes mi forma de decir o no, concentrémonos en
el bien común, desde hace varios años tuvimos que crear las repasadoras
para resolver una insuficiencia de la escuela. Pensemos que el actual
estado de cosas no puede continuar. O el estado toma las medidas que
puede y debe tomar, o abandona su hegemonía sobre la educación. Pero la
deformación de nuestros niños no puede continuar.

Indignadamente:
Yosvani Anzardo Hernández

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