Martes, 24 de Abril de 2012 06:33
Escrito por Oscar Sánchez Madan
Cuba actualidad, Cidra, Matanzas, (PD) Según ha reiterado el
general-presidente de Cuba, Raúl Castro, la corrupción se ha convertido
en el principal enemigo de su proyecto político "socialista". Percibida
como el resultado de la descomposición de importantes valores
ético-morales de los individuos (honradez, modestia, patriotismo, etc.),
este fenómeno constituye un peligroso virus que ha contaminado a toda la
sociedad.
En el plano de la economía, dicho monstruo, que en Cuba tiene muchos
aliados (sobre todo en las instituciones estatales), sirve a muchos
nacionales para subsistir, y a otros, para ostentar a costa del
patrimonio ciudadano. Estos últimos llegan a acumular grandes fortunas
-que no pueden ni desean ocultar- gracias a los servicios que prestan al
gobernante Partido Comunista.
Lo que ocurre en la panadería "La Juventud", ubicada en la comunidad de
Cidra, municipio de Unión de Reyes, Matanzas, evidencia lo anteriormente
expresado. En dicha entidad estatal, perteneciente a la Cadena Cubana
del Pan, existen condiciones para que directivos confiables del gobierno
se roben los recursos del pueblo, debido al reinante descontrol sobre la
materia prima con la que se elaboran el pan y los dulces que allí se
comercializan.
Odalys Padrón, administradora de la instalación, es quien ordena
diariamente, de forma verbal y no mediante documentos firmados, la
cantidad de harina, levadura, azúcar y sal que se le entrega a los
panaderos para elaborar los citados alimentos. Aunque varios jefes de
turno le han reclamado las correspondientes instrucciones por escrito,
con el propósito de llevar un control de los recursos empleados, ella ha
pasado por alto sus lógicas demandas.
Tal vez Padrón guarde "su documentación particular" de forma
clandestina, para presentársela a los ingenuos controladores. Eso es
algo que los obreros, quienes llevan sobre sus hombros el peso de la
producción, desconocen.
Para no buscarse problemas los humildes empleados callan, como aquél
jefe de turno que hace algún tiempo abandonó la entidad por temor a
tropezar con los poderosos. Él sabe que la mayoría de las veces en que
un obrero se enfrenta a algún jefe para reclamar un derecho no recibe
apoyo del sindicato oficialista, ni de la dirección de la empresa, ni de
los gobiernos municipal, provincial y nacional.
Guadalupe Betancourt, funcionaria que atiende la esfera de control
interno en la referida empresa, ha confirmado que los ejecutivos
administrativos de las unidades subordinadas son los responsables de que
se confeccione un "vale de salida" en el que se reflejen todos los
productos que se adquieren en los almacenes.
Sin embargo -y habrá que ver con qué propósito-, en la panadería "La
Juventud" se viola esta disposición gubernamental desde hace años, a
pesar de los controles municipales y provinciales efectuados.
Se ha comprobado que gran parte de la harina, el aceite, la levadura, la
sal y un producto que se emplea para aumentar el volumen del pan y los
dulces, van a parar a lugares desconocidos por los trabajadores. Como
por arte de magia, se esfuman a pesar del reconocido disgusto de quienes
sudan la camisa en tan honrosa labor.
Es esa la causa por la cual alimentos necesarios, como el pan y el
dulce, no siempre se les vende a los lugareños con la calidad requerida.
Su masa demasiado reseca, su desagradable aspecto y su rápida
descomposición, dan fe de su lamentable mediocridad.
Recientemente, vecinos de la localidad observaron una acalorada
discusión que se suscitó entre el joven Yandriel Díaz Olano, jefe de
turno, y la administradora. Durante la misma el primero exigía los
documentos legales mencionados. La dirigente, airada, se negaba a
presentarlos. Desafiaba así las medidas adoptadas por el gobierno para
disminuir el alto índice de corrupción existente en el país. Algunas
personas dicen que esta funcionaria está muy bien respaldada por la
dirección de la empresa.
Lo cierto es que si las autoridades gubernamentales consideran que la
corrupción es un virus mortal para la nación, debieran acabar con el
desorden existente en la panadería–dulcería "La Juventud". Los miles de
ciudadanos y ciudadanas residentes en Cidra, y sobre todo las mujeres,
los ancianos y los niños, lo agradecerían. Asimismo pudieran investigar
por qué los directivos de la empresa no han detectado las referidas
irregularidades.
Para Cuba actualidad: sanchesmadan61@yahoo.com
http://primaveradigital.org/primavera/economia/51-economia/3946-puerta-abierta-a-la-corrupcion.html
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