¿Qué queda de Fidel?
[06-12-2012]
Reinel Díaz Gómez
Abogado
(www.miscelaneasdecuba.net).- Hoy soy un joven cubano como muchos
diseminados a lo largo y ancho del mundo, pues como expresa el Dúo
Buena Fe, ya lo mismo nos sirve, Tokio, Barcelona que Madrid.
Crecí en el seno de una familia humilde, que aún hoy sigue siendo
humilde y sé que morirán humildes, de padres revolucionarios como diría
mi autobiografía si este escrito fuera dirigido en busca de una plaza
laboral o una gestión burocrática en mi Cuba actual y natal, pero hoy
digo que mis padres fueron víctimas del fanatismo fidelista, del cual no
escapó casi nadie de su generación si no abandonó la Isla en el 80.
También mi generación, los que repetíamos desde críos la célebre frase
de "Pioneros por el Comunismo seremos como el Che", cuanta presión desde
pequeños, cuanta ideología impuesta sin conocimiento de causa, es como
el niño al que bautizan si haberle preguntado si creerá en Dios, mi
generación fue bautizada por el comunismo cubano y hoy sin que nadie me
pregunte sé responder que no lo acepto, que ese modelo nació con fisuras
y sus seguidores, fieles copiadores de un modelo ruso, lo condenaron
desde 1962 cuando declararon en 23 y 12 el carácter socialista de la
naciente revolución cubana.
La campaña de alfabetización, la reforma agraria, la urbanización y
restructuración del país después de haber sufrido una opresión por parte
de Fulgencio Batista y los anteriores Gobiernos usurpadores que pasaron
por la Isla antes de la llegada de Fidel, todo lo tenía fácil una vez
llegado éste al poder, un país a sus pies. Solo tenía que dorar la
píldora de una manera diferente para que el pueblo siguiera su política
de estado, esos discursos de horas y horas en la Plaza de la Revolución,
ganando fanáticos y adeptos.
Se crearon escuelas, se alcanzó resultados notables en los campos de las
ciencias médicas y el deporte. Esa Cuba de los años 80 en la que crecí
era "el paraíso soñado" por los revolucionarios cubanos, sin saber que
nos manteníamos chupando de una gran ubre que dejaría de dar leche en el 89.
Hoy me pregunto, qué queda Fidel, de tus proyectos, de tus logros, qué
has hecho con los sueños de esos cubanos que te siguieron ciegamente a
cada marcha del 1ro de Mayo o en tus largos discursos, los que fueron a
morir a tierras africanas bajo el concepto de solidaridad que habías
divulgado por la radio y la televisión, mientras que en la trastienda
solo pretendías con la guerra de Angola y Etiopia entrenar a tu
ejercito, saciar las ansias de poder de destrucción que te habían
quitado los rusos en la crisis de los misiles en el 62, que buscabas
riquezas en África como sus colonizadores. ¿O es acaso una casualidad
que hoy haya un contingente de más de miles de cubanos reconstruyendo
Angola, dirigidos por ese Ministro que una vez destronaste como en un
juego de ajedrez?
Ningún movimiento se ejecuta sin saber cual viene detrás, hoy Marcos
Portal, ex ministro de la Industria Básica en Cuba es tu nuevo Guatón,
junto al falso dirigente sindical Pedro Ross Leal como embajador, ambos
al frente de los beneficios que dejará esa Angola una vez más engañada
por ti.
Me pregunto Fidel, qué fue de esos hospitales hoy sin sabanas, médicos o
medicinas y que aún hoy sigues mentando como logro de la revolución. Ya
solo son historias tus logros, porque con el fanatismo olvidaste la
objetividad, olvidaste que el mundo se desarrollaba y que debiste haber
saltado del carril socialista junto con los rusos, pero tu empeño
dictatorial ya te tenía cegado. Que más daba si tenías el pueblo a tus
pies, pero necesitabas sentirte seguro de que tenías el control
totalitario y absoluto, entonces enfrascaste a 11 millones de cubanos en
un periodo especial que destruyó lo que quedaba sano en la isla, pues
las llamadas reformas solo trajeron consigo el florecimiento de plagas
casi exterminadas, la prostitución, el proxenetismo, la falta de ética,
la corrupción a gran escala y sobre todo las ansias de emigrar de la
tierra natal en busca del sueño del que estábamos despertando a palos y
con hambre.
Porque sí paso hambre el pueblo de Cuba. Las historias de las que hoy
humoristas se ganan la vida contando cómo se condimenta un bistec de
frazada de piso o un picadillo de cáscara de plátano fueron reales. Que
casi se extinguen los gatos en la Habana fue un hecho y que el puerco
vivía en el baño de la casa esperando esa puñalada de gloria para comer
carne, es una experiencia de muchos cubanos, pero claro ni tú ni tú
grupito tenían ciertos problemitas.
Hoy me pregunto Fidel, qué queda de esa revolución que revolvió
Latinoamérica en el año 59, que al principio trataste de imponer como
modelo hasta que te expulsaron de la OEA. Qué queda Fidel, qué contará
la Historia, los niños de hoy que son los que escribirán el mañana de
Cuba, pues mi generación ha emigrado completamente, esos niños que
llegaron ya pasado los 90' y que solo conocen desolación y si le
preguntas que quieren ser en el futuro te responden al instante, "irme
pa' la Yuma".
Entonces Fidel, ¿vale la pena seguir oprimiendo a ese pueblo al que una
vez le hiciste pensar que luchabas por él, al que tuviste atrincherado
en el malecón con ojivas nucleares a sus espaldas, por el solo hecho de
demostrarle al mundo que llevabas dos cojones? No digo yo con unos Rusos
todopoderosos de aliados y armamento mortal a 90 millas del siempre
llamado monstruo, así guapea cualquiera. Ya déjate morir en paz, deja
que esos pocos que todavía creen en que llevaste a Cuba por el buen
camino te guarden en la memoria con buenos recuerdos, pues la mayor
parte de tu llamado pueblo hoy solo desea que te alejes y que tu hermano
se habrá para un futuro mejor de todos los cubanos.
Si algo puedes hacer antes de irte al infierno es dejar un legado mejor,
no sé si tengas ya tiempo, pero el intento de arreglar las cosas alguien
lo valorará, pues hay mucho mal hecho de por medio y de este mundo nadie
se va sin pagar lo que debe. Dedica tu última reflexión al cambio, a la
democracia, a la igualdad plena del hombre, a materializar ese concepto
de revolución que expresa que hay que cambiar todo lo que debe ser
cambiado y luego: Feliz viaje al infierno.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=37885
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