Martes, 24 de Abril de 2012 05:58
Escrito por Julio César Álvarez
Cuba actualidad, Santos Suárez, La Habana, (PD) Los "nuevos cubanos" se
construyen buenas casas y conducen buenos autos. La revolución de los
humildes y para los humildes se ha vuelto ambiciosa y
excluyente.nuevos-cubanos
Los "nuevos cubanos", esa clase social adinerada surgida de funcionarios
públicos, artistas y deportistas, la mayoría adeptos al régimen, tiene
sus similitudes con los "nuevos rusos" que surgieron en la Rusia post
comunista de los años noventa.
Cuando cayó el comunismo en la antigua Unión Soviética, y se puso fin a
la economía planificada para dar paso a la economía de mercado, una
minoría rusa hizo su agosto con la crisis y el despelote que allí se
armó. Fueron, por regla general, personas que pertenecían o tenían
vínculos con la clase dirigente del antiguo Partido Comunista, o con los
intocables miembros de los servicios de seguridad.
Acceso a negocios rentables -como el petróleo- y su relación con los
nuevos poderes públicos le dieron a esta clase de rusos la posibilidad
de enriquecerse rápidamente. Como diríamos en buen cubano, los ex
comunistas se quedaron con "el melón" y le dieron al pueblo ruso sólo el
derecho a protestar en los parques.
En Cuba no ha caído el comunismo, y no se puede aún protestar en los
parques. Pero ahora ya nadie es tan ingenuo que crea de veras que el
comunismo nos hará a todos iguales, y que el desarrollo material y moral
llegará a tal punto, que podremos ir a la tienda de 5ta y 42 a coger
sólo lo necesario, porque habrá de todo siempre, y todas esas mentiras
con las que nos engañaron durante tanto tiempo.
Los "nuevos cubanos" están estrechamente vinculados a la élite del
poder, forman parte de ella, o simplemente son de la comisión de
embullo. Pero de una forma u otra deben mostrar públicamente su adhesión
a la revolución.
Los artistas y los deportistas, quizás los únicos que obtienen
legalmente sus ingresos, tienen que ofrecer en el altar sacrificios
culturales y olímpicos a los dioses revolucionarios. Ya sea dedicándole
una canción a los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), o
dedicándole una sonada victoria deportiva a los comandantes de la Sierra.
La idea es que hay que dejar bien claro cuál es la ideología del
aspirante a rico. Los desafectos al proceso revolucionario no pueden
pertenecer a esta selecta clase.
Los puestos de gerencia de empresas, hoteles, tiendas, firmas
comerciales, y cualquier cargo oficial que genere botín en este país,
están a la disposición de los más fieles seguidores del régimen. Son los
cargos más codiciados para hacer carrera y fortuna rápidamente, y entrar
a la élite de la nueva clase social.
Por eso, todos los aspirantes a nuevo rico, ya sea los que obtienen sus
ingresos legalmente, o los malversadores y corruptos, tienen como
talismán una frase célebre que les ha dado suerte: "Dentro de la
revolución, todo; fuera de la revolución, nada".
Si los signos vitales de este proceso mantienen ese ritmo, a los cubanos
nos va a suceder lo mismo que a los rusos: cuando el gobierno nos deje
protestar en los parques, será signo inequívoco de que ya los comunistas
se han adueñado de todo lo que tiene valor.
Para Cuba actualidad: ajuliocesar68@gmail.com
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